- 9 Agosto, 2018
- in Transformación Digital
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La hiperconectividad que estamos experimentando en los últimos años, es algo inédito para nosotros como especie.
El Internet está cambiando todos los aspectos de la sociedad, desde nuestras vidas personales hasta la forma en cómo está funcionando la industria.
El Internet de las Cosas o Internet Of Things, es una nueva tendencia que se basa principalmente en mantener conectado diferentes tipos de objetos de uso cotidiano a Internet.
Esta nueva tecnología se está acoplando cada vez más a las industrias para mejorar y optimizar la producción y a su vez está impulsando la cuarta revolución Industrial. Sin embargo vamos a profundizar más en el tema para entenderlo mejor.
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El Internet Industrial de las Cosas (IIOT), es el uso de la tecnología de Internet de las Cosas aplicados a las industrias de manufactura y producción a gran escala.
Incorpora el aprendizaje de máquina y la tecnología de Big Data, aprovechando los datos de sensores instalados en las máquinas industriales, comunicación de máquina-a-máquina (M2M) y las tecnologías de la automatización que han existido en configuraciones industriales por años.
Es necesario distinguir entre lo relacionado con los consumidores (IoT, Internet of Things – Internet de las Cosas) y lo que tiene que ver con la industria (IIoT, Industrial Internet of Things – Internet Industrial de las Cosas).
Este proyecto del futuro es conocido generalmente como “Industria 4.0” en Alemania, mientras que el término “Internet Industrial de las cosas” (IIoT) es el utilizado habitualmente en los Estados Unidos. Mientras que en el caso de los consumidores esto tiene que ver con electrodomésticos, electrónica del entretenimiento, automóviles, ordenadores y otros muchos elementos de la vida cotidiana, Industria 4.0 se refiere a fábricas, maquinaria, instalaciones de producción o redes de sensores.
El IIOT es una tendencia que implica significativamente la economía global ya que abarca industrias que representan 62% del PIB entre los países del G20, según Oxford Economics. Incluye a la industria manufacturera, la minería, la agricultura, el petróleo y el gas, y los servicios públicos.
También abarca empresas que dependen de bienes físicos duraderos para realizar negocios, tales como organizaciones que operan hospitales, almacenes y puertos o que ofrecen servicios de transporte, logística y atención sanitaria.
Las estimaciones más conservadoras sobre Internet de las Cosas, indican que el gasto a nivel mundial en esta tecnología para el 2020 será de 500,000 millones de dólares.
Esta cifras indican que las industrias exitosas utilizarán el IIoT para capturar el nuevo crecimiento a través de tres enfoques:
Flexibilidad
Agregando la inteligencia a las máquinas y herramientas de una fábrica así como a otros elementos tales como depósitos, existencias de materias primas y de productos semielaborados, asegurando enlaces y comunicaciones a través de una red interna ella misma conectada a Internet, esto incluye gran flexibilidad en el proceso productivo y gran adaptabilidad a situaciones inesperadas, todo lo que puede contribuir al aumento y mejora de la producción.
Personalización
Las particulares necesidades y conveniencias de consumidores finales, así como de intermediarios, proveedores, y asociados, que de alguna manera se encuentren relacionados o involucrados con el proceso productivo en sí, y/o con sus insumos, y/o con sus productos, pueden ser mejor contempladas a través de algún grado de personalización o de adaptación, por ejemplo modificando algunas características de los productos a ellos destinados, y/o asegurando ciertas fechas de entrega o ciertos plazos de entrega.
Herramientas
El sistema del IIoT es capaz de generar un flujo regular de información, muy superior al que podría disponerse si se usarán esquemas, estrategias logísticas, y modos de producción más tradicionales.
Además, estas informaciones pueden ser intercambiadas muy rápidamente, tanto internamente (por comunicación directa o a través de una Intranet) como externamente (por comunicación a través de Internet), lo que abre interesantes posibilidades con los actores logísticos externos al propio lugar o emplazamiento de la producción, en el sentido que fácilmente podría permitir adaptaciones a situaciones cambiantes, tanto a nivel interno de la planta industrial o cadena de producción, como a nivel general.
Ahorro
Ya no basta con gestionar razonablemente bien las materias primas involucradas o producidas, buscando además la optimización del uso energético o de la producción energética. Ya no basta con manejar estos factores en tiempo diferido, pues se necesita tomar las decisiones en tiempo real.
El IIoT también pretende responder a las problemáticas actuales tanto en cuanto al ahorro de energía como en cuanto a la gestión de recursos naturales y humanos.
Con un sistema organizado sobre la base de una red de comunicaciones y de intercambio instantáneo y permanente de información, se estará mucho mejor preparado para hacer que esta gestión sea mejor y mucho más eficaz, en correspondencia con las necesidades y disponibilidades de cada elemento del sistema, permitiendo mejoras y ganancias para la productividad así como en la economía de los recursos.
Como pudimos observar, esta nueva tendencia para las industrias está impulsando un nuevo ciclo en lo que respecta a las cadenas de producción en masa, optimizandolas a otro nivel nunca antes visto.
En la actualidad ya las grandes industrias están al tanto de los beneficios y potencialidades de esta tecnología, sin embargo queda mucho camino por recorrer, mucho que investigar, desarrollar y aplicar para que esta tendencia se expanda en todos los ámbitos industrial desde lo más grandes hasta los más pequeños.